Alimento vivo: Germinados

Hace tiempo comencé a investigar acerca de los germinados y sus propiedades para el organismo. Aquí les comparto un poco de información que encontré por la Red.

Los brotes (o germinados) aportan al organismo, además de las enzimas (diastasas) que se activan en el momento del desarrollo de la nueva plántula, parte de la energía vital intrínseca al nuevo organismo vivo. Cuando un grano de cualquier cereal o leguminosa cuenta con el agua, oxígeno y calor suficientes germina. Una vez germinados son más nutritivos y fáciles de digerir. Los granos de cereales y leguminosas son alimentos “concentrados” y, debido a su bajo contenido en agua y su riqueza en hidratos de carbono complejos -como el almidón- y proteínas, no deben consumirse crudos. Para que al organismo le resulte más fácil su asimilación se comen cocidos o asados. Con ello, se realiza una especie de “pre-digestión” que nuestro organismo no podría realizar por sí sólo. Los germinados, en cambio, es como si ya hubieran alcanzado ese estado.

INFORME NUTRICIONAL 


Aminoácidos esenciales. Los germinados, especialmente de legumbres, proporcionan al organismo proteínas completas que se transforman en los ocho aminoácidos esenciales. La falta de uno sólo de estos compuestos puede favorecer la aparición de alergias, debilidad, mala digestión, deficiencias en la inmunidad o envejecimiento prematuro de las células.
Vitamina C. Una de las sustancias que más aumenta por efecto de la germinación. Los brotes de trigo, lentejas, soja, garbanzos y judías son excelentes fuentes de esta vitamina, por ejemplo la soja germinada incrementa su contenido en vitamina C hasta un 100% y los brotes de trigo en un 600% en sólo 5 días. 
Beta carotenos (pro-vitamina A). El germinado de alfalfa, por ejemplo, contiene más beta carotenos que el tomate o el pimiento verde y muchas frutas. Los germinados de col y de guisantes también son excelentes fuentes de esta vitamina esencial para el crecimiento, el desarrollo, la buena vista y el aparato reproductor.
Vitamina B. La tiamina (B1), la riboflavina (B2) y la niacina (B3) son abundantes en los germinados de alfalfa, trigo, girasol, centeno y sésamo. Contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso.
Vitamina E. Esta vitamina actúa como antioxidante celular, es un excelente protector del corazón y un buen tonificante. El trigo germinado llega a incrementar hasta tres veces su contenido.
Vitamina K. Posee propiedades coagulantes, se encuentra en la alfalfa germinada.
Clorofila. Las semillas germinadas que más clorofila sintetizan son las de trigo y las de alfalfa. La clorofila es absorbida directamente por la sangre a través del sistema linfático, en el torrente sanguíneo activa el metabolismo celular, mejora la defensa, resistencia, capacidad regeneradora de las células, y la respiración, entre otras propiedades, potencia los procesos naturales de curación, depura la sangre, frena las infecciones y equilibra la relación ácido-base en el organismo.
Calcio. Los germinados de sésamo proporcionan abundante calcio, también son excelentes fuentes de este mineral los brotes de almendra, girasol, alfalfa y garbanzo.
Potasio. Se encuentra en los brotes de almendras, sésamo, girasol, soja y judías.
Hierro. Contienen en cantidades importantes los brotes de alfalfa, fenogreco, lentejas, soja roja y soja verde
Oligoelementos. Los germinados contienen oligoelementos como el yodo, el zinc, el selenio, el silicio, el cromo y el cobalto.
Enzimas. Cuando se comen crudas las enzimas de las semillas germinadas -llamadas diastasas- facilitan la digestión de la fibra, las proteínas y las grasas.
Digestivos, nutritivos y de bajas calorías. Aportan muy pocas calorías, por ejemplo 100 grs. de brotes de soja: 30 calorías.

 INFORMACIÓN NUTRICIONAL DE LOS GERMINADOS MÁS CONSUMIDOS 


Cualquier semilla de leguminosa o grano de cereal puede ser germinado, aunque, los más apreciados por su ternura y buen sabor son los brotes de: legumbres (porotos mung, soja, alfalfa), cereales (trigo, cebada) y también de berro, rábano, calabaza, girasol, lino, sésamo, etc. El sabor es variable, por ejemplo el de alfalfa es muy agradable, el de mostaza es el más picante y el de trigo tiene sabor dulce por los carbohidratos que contiene

 •Alfalfa: completo y más consumido por su agradable sabor. Contiene vitaminas A, B, C, E y K , calcio, magnesio, potasio, hierro, selenio y zinc y los aminoácidos más importantes. Es remineralizante, combate la fatiga y la debilidad.
 •Arroz integral: es rico en vitamina B, fósforo, potasio, magnesio, sodio, calcio y silicio. Ayuda a la adecuada conservación de huesos y dientes.
Arvejas: proporcionan clorofila, proteínas, carbohidratos, fibra, vitamina A, hierro, potasio y magnesio.
Avena: la semilla germinada más recomendable para trastornos nerviosos, depresiones y alteraciones del sueño. Contiene vitaminas B y E, proteínas, carbohidratos, fibra , minerales y un alto contenido en silicio, necesario para el desarrollo de las estructuras musculares, cerebrales y nerviosas.
Berro: muy adecuado para combatir los síntomas de la fatiga primaveral. Alcaliniza y depura la sangre, neutraliza el exceso de toxinas. Regula el metabolismo. Es rico en hierro, fósforo, manganeso, cobre, zinc, yodo, calcio y vitaminas A, B2, E y C.
Fenogreco: limpiador sanguíneo y renal, se recomienda para levantar el ánimo decaído y para reforzar el organismo. Estimula las funciones digestivas y hepáticas. Otorga un agradable olor al sudor de quienes lo consumen. Contiene abundante fósforo y hierro.
Garbanzos: son ricos en carbohidratos, fibra, calcio, proteínas, magnesio, potasio y vitaminas A y C. No producen gases durante la digestión
Lentejas: retrasan el envejecimiento y son ricas en proteínas, vitamina C y hierro.
Maíz: alto contenido en magnesio, necesario para conservar la tensión muscular especialmente en el tracto intestinal.
Mostaza: adecuado para tratar trastornos digestivos como gastritis, enteritis, etc. Rica en vitamina C, proteínas y lípidos.
Porotos Mung: son ricos en vitaminas A, C, y complejo B.
Semillas de calabaza: contienen proteínas, vitamina E, fósforo, hierro y zinc.
Semillas de girasol: ricas en proteínas, grasas insaturadas, vitaminas B y E, calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio.
Rabanito: contiene abundante clorofila, útil para combatir digestiones pesadas y para calmar la tos. •Sésamo: buena fuente de fibra, proteínas, vitaminas B y E, magnesio, potasio, hierro, fósforo y calcio. •Soja verde: contiene proteínas que dan lugar al aminoácido metionina, de efecto relajante. Fortalece el sistema nervioso y contribuye a rebajar el exceso de colesterol. Son ricas en vitaminas A, C, hierro y potasio.
Trigo: es rico en proteínas, magnesio, fósforo y vitaminas B y E. Previene infecciones, remineraliza, regenera las células y sirve para tratar trastornos nerviosos.

PROPIEDADES 


 Los germinados ayudan a prevenir enfermedades o a tratarlas en el caso de que ya se hayan manifestado. Se destacan las siguientes propiedades:

• Favorecen los procesos de desintoxicación, depuración y eliminación de residuos almacenados en los tejidos o en la sangre.
• Fortalecen el sistema inmune.
• Antioxidantes, combaten la acción de los radicales libres.
• Estimulan las secreciones del páncreas.
• Facilitan la digestión, activan los procesos de regeneración y desinflamación del aparato digestivo, revitalizan los mecanismos metabólicos internos.
• Mejoran el funcionamiento intestinal, alivian el estreñimiento, fortalecen el intestino y la flora intestinal, contribuyen a eliminar gases y desechos.
• Rebajan el índice de colesterol.
• Tonifican el sistema nervioso.
• Contribuyen a mantener la elasticidad de las arterias y la vitalidad del sistema glandular.
• Retrasan el envejecimiento, sus componentes permiten que las células del cuerpo se mantengan jóvenes durante más tiempo.
• Favorecen el metabolismo por su acción reconstituyente.
• Su consumo está recomendado en casos de anemia por su riqueza en clorofila, y para personas con el estómago delicado.

PREPARACIÓN


Para hacer los germinados necesitarás granos o semillas de legumbres, un frasco de cristal o plástico, una malla plástica o un trozo de tela y una liga.

1. Dependiendo de la capacidad de tu frasco coloca aproximadamente media taza de semillas en el frasco y vierte agua de garrafón hasta cubrirlas, asegura en trozo de tela a la boca del frasco con ayuda de la liga. Deja reposar toda la noche en un lugar fresco y limpio.

2. Al siguiente día, tira el agua de remojo - la tela te ayudará a drenar el agua sin que se caigan tus semillas -, vierte agua nuevamente, enjuaga tus semillas y retira el agua. Recuerda que las semillas deben estar húmedas pero el frasco nunca debe tener demasiada agua porque las semillas se pueden podrir o generar moho. Coloca el frasco boca abajo, en forma inclinada para que el agua de mas pueda escurrir.



Se supone que después de 48 hrs de germinación, las semillas están listas para consumo, sin embargo puedes esperar a que los brotes tengan unos 3 o 4 cm de largo. No olvides enjuagar tus semillas una o dos veces al día para mantenerlas hidratadas.





Vía - ABC de la destrucción.

nasheliux

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